Premín de Iruña

IGNACIO BALEZTENA ASCÁRATE "PREMÍN DE IRUÑA" (PAMPLONA 1887-1972): SU PERSONA, SU VIDA Y SU OBRA

jueves, 5 de mayo de 2011

Y la Virgen de Ujue ¡Venga a milagriar! (III)

Querido lector, en relación con las romerías a Ujué, dejábamos al “aitacho” contándonos como durante la invasión napoleónica los franceses pretendían arrasar la villa de Ujué (así que para poder seguir el hilo de la historia te recomiendo que leas previamente las anteriores entradas)

Y la Virgen de Ujue ¡Venga a milagriar! (I)

Y la Virgen de Ujue ¡Venga a milagriar! (II)


Ignacio Baleztena como romero a la Virgen de Ujué, pintado por su hermana Mª Ysabel

… Y LA VIRGEN DE UJUE
¡VENGA A MILAGRIAR! III

manuscrito de Ignacio Baleztena sobre "Y la Virgen de Ujue ¡Venga a milagriar!"


            Y  Aconteció, que uno de los vecinos fugitivos, anciano de más de sesenta años, “canso” ya, sin fuerza para correr más, se vió alcanzado por un fornido y bigotudo que se echó sobre él dispuesto a partirle por gala en dos del primer mandoble. Resguardose el viejo tras un arbolito que por allí había, y alrededor de él, estuvo jugando al “alalubi” con el húsar, quien desesperado y furioso al par que inútiles tajos y mandobles, descargaba contra su víctima una colección variadísima de frases gruesas y epítetos galaicos, a lo que el ujuetarra, por lo que pudieran significar, contestaba enérgicamente:

            -¡Y yo en la tuya, franchute!

            Viéndose, al fin, perdido irremisiblemente, dirigió el abuelito una mirada al Santuario de la Virgen, y le pidió lleno de fe, que añadiese un milagrito más en la lista del sinnúmero de los que por sus hijos llevaba hechos. No bien había proferido su invocación, cuando distinguió medio oculta entre las zarzas del suelo una hoz abandonada.

            -Ella me la ha puesto (gritó lleno de gozo), la coge, y empuñándola valiente, sale de su escondite dando un vigoroso viva a la Virgen de Ujué.

            El húsar se precipitó sobre su presa, pero el viejo diole un quiebro, que, ni los que por aquellos tiempos daba el famoso toreador peraltes Joaquín Lapuya; y antes que el francés revolviera su montura, el ujuetarra, de un revés, desjarretó al caballo, el cual vino a bajo con gran estrépito, haciéndose el jinete trizas su napoleónica testa en la caída.

Pero como podrás suponer no acaba aquí la historia, así que como en las telenovelas, continuará…,si Dios quiere.

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