Premín de Iruña

IGNACIO BALEZTENA ASCÁRATE "PREMÍN DE IRUÑA" (PAMPLONA 1887-1972): SU PERSONA, SU VIDA Y SU OBRA

miércoles, 11 de mayo de 2011

Y la Virgen de Ujue ¡Venga a milagriar! (V)

“… la Virgen de Ujué,
Madre del navarro pueblo…”

Querido lector, continúo en este mes de Mayo dedicado a la Virgen, y en el entorno de las romerías a Ujué, transcribiendo este manuscrito del “aitacho” que comienza en entradas anteriores.

“…Y LA VIRGEN DE UJUE…
¡VENGA A MILAGRIAR! V


Manuscrito de Ignacio Baleztena sobre "Y la Virgen de Ujué ¡Venga a milagriar!
 
¿Y qué diremos del milagrico que ocurrió en el año 1812, cuando los franceses quisieron quemar el pueblo?

            Deseando los “gabachos” escarmentar esta villa, de la que tanto daño recibían, decidieron llevar a cabo con ella un fuerte castigo, que sirviese al mismo tiempo de ejemplo y escarmiento a cuantos pueblos de Navarra mostrasen su hostilidad a las tropas imperiales.

Bandera usada por los navarros en la Guerra de la Convención contra la Revolución Francesa y posteriormente en "la francesada", conservada por Ignacio Baleztena

            Nada mejor que un romance de “autor anónimo” podrá darnos razón del suceso, que por cierto, dio más tarde lugar (el suceso, no el romance) a mil disputas y no pocos puñetazos entre tafallicas y ujuetarros.

            Decían estos, que la Virgen de Ujué fue la autora del milagro, mientras que aquellos aseguraban que fue San Sebastián (aunque los de Ujué no se lo merecían) el que se compadeció de ellos.

            Por fin, vínose a un acuerdo. Efectivamente, San Sebastián es el que se apareció a los franceses, pero… mandado por la Virgen de Ujué…

Del castillo de Pamplona
más de mil hombres salieron
mandados por muchú Brun,
el gabacho más perverso
de todos los que mandaban
el ejército extranjero.
Quedaron en San Martín
de reserva setecientos
y los restantes llegaron
llenos de odio y veneno,
para descargar sus iras
sobre este pueblo indefenso.
-A este pueblo de brigantes,
decía el jefe extranjero,
que no quiere obedecer
a Napoleón primero,
es menester castigarlo.
Lo hais de quemar, todo entero.
Y los soldados franceses,
impíos y sarracenos,
obedeciendo el mandato,
se esparraman por el pueblo
cogiendo por todas partes
leñas, pajas y sarmientos.
Y a la casa del vicario
el combustible metieron
pues por la casa del cura
debía empezar el incendio.
-¡Virgen de Ujué, madre mía!
¿Consentirás que este pueblo,
que te alaba y te bendice,
perezca pasto del fuego?
Así, dentro de la iglesia
exclamaba un pobre viejo
que por sus años no pudo
huir con los demás del pueblo.
Y la Virgen que a Navarra
le tiene amor verdadero,
al arcángel San Miguel
y a los ángeles del cielo
les mandó, todos a una,
volar encima del pueblo.
Y con las alas formaron
tan fuerte y tan recio viento
que no consiguió el francés,
a pesar de sus esfuerzos,
encender los combustibles
destinados para el fuego.
Furioso el jefe gabacho
mandó traer un puchero
de alquitrán, de las calderas
del mismo Pedro Botero,
y mandó rociar las leñas
de alquitrán, que por lo negro,
mesmamente parecía
su alma y corazón perversos,
mientras que lleno de rabia
decía el muy sacrílego
-¡Veremos si ahora la Virgen
puede apagar este fuego!
Pero la Virgen de Ujué,
Madre del navarro pueblo,
le llamó a San Sebastián,
el santo más milagrero
que hay después de San Fermín
y San Javier en los cielos;
y le dijo que impidiese
a toda costa el incendio.
El Santo se apareció
todo vestido de negro,
y les entró a los franchutes
un miedo tan grande verlo,
que escaparon como el alma
que lleva el diablo al infierno,
y de entonces en jamás,
nunca por Ujué volvieron.

¡Y si no es esto milagro
que venga aquí Dios a verlo!
           
            Una crónica del tiempo, que se conserva en el Archivo del Reino de Navarra, nos refiere así este milagroso suceso...”

Pero para conocerlo, tendremos que esperar a la próxima entrada si Dios quiere.

1 comentario:

  1. Información complementaria interesante: http://ujue-uxue.blogspot.com/2011/04/de-cuando-el-clero-dijo-que-la-casa.html

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